Las canciones, composiciones, poesía y actuaciones de la Maestra Suprema Ching Hai (vegana), parte 30 de una serie de varias partes

Vivir lejos del pueblo natal es a menudo insoportable para aquellos que han tenido tantos dulces recuerdos de la tierra donde pasaron su infancia. "Parece nuestro pueblo en el pasado Las flores amarillas sobre los verdes crisantemos todavía floreciendo Callejones empedrados, patios cubiertos de musgo y antiguos santuarios de azulejos En la alegría o en la tristeza, el paisaje nos acompañó fielmente. Oh pueblo natal, aún lo recuerdo hasta hoy".

Desde el día en que partiste, he anhelado visitar nuestra tierra natal Pacientemente ella ha esperado nuestro regreso A través de ciclos de lunas crecientes y puestas de sol Desde la infancia, había dejado la sencilla choza de la aldea, Luego crecí y me enamoré en la ciudad Vientos de nostalgia barriendo la hierba salvaje Con angustia, recuerdo la verde arboleda de bambú Parece nuestra aldea en el pasado Flores amarillas sobre verdes crisantemos aún floreciendo Callejones empedrados, patios cubiertos de musgo y antiguos santuarios de azulejos En la alegría o en la tristeza, el paisaje nos acompañó fielmente. Oh, pueblo natal, aún recuerdo el sonido de una hamaca que se balancea en las tardes de verano Cuentos en la larga noche junto al pozo de agua Desde una barca que se desliza resuenan notas de dulce tristeza. Arroz y campos de maíz aquí, y allí está el arrozal Aroma del campo sorprendentemente estimulante Cada año, el rastro de la temporada de floración Suavemente transportado por el viento para una visita. Media vida lejos de la patria. ¡Tenues son mis esperanzas de verla de nuevo! La vieja casa se ha ido y los pocos amigos Todos se han ido por caminos separados. He estado indiferente mientras estaba de viaje, Ahora me doy cuenta de que no tengo hogar. Echo de menos el campo, que no se ve por ninguna parte, Nubes blancas que se desvanecen en mil direcciones.

El recuerdo de la vida pasada suele entristecer, aunque fuera una época gloriosa. De repente, uno se da cuenta profundamente de la naturaleza efímera de la existencia física y empieza a buscar seriamente la verdadera sabiduría y la liberación para recuperar nuestra gloria eterna en el Cielo.

Pasando por el palacio real Huellas de consortes de una época pasada... ¡Ternura melancólica!

Amor mío, ¿no te acuerdas? Pasos elegantes como lotos fucsias, Castillos de marfil y pabellones de jade, En la antigua capital, pasado el pasado el abrazo del amor que invita el canto del laúd perdura en el palacio de la tarde

Amor mío, ¿no te acuerdas? Cama sedosa, almohadas aterciopeladas. Labios suaves radiantes como crisantemos otoñales Su belleza y gracia Durante milenios, la nación enamorada aún...

Era sólo el momento... Volando en las alas de las vicisitudes La despreocupada diosa Sonreía con deleite ¡Sin preocuparse por el lúgubre corazón humano Ni por las ruinas del castillo!

Un viaje solitario en medio de constantes cambios. Guijarros descoloridos bordeaban el camino... Las flores reflejaban brillantemente imágenes anteriores En el lago puro de tiempos pasados.

Desde el palacio occidental de la amada emperatriz, resonaba una música lejana. Sus suaves manos tocaban una melodía encantadora. El aroma del sándalo flotaba siempre suavemente. ¡El corazón del emperador estaba hipnotizado!

Oh, el pasado... ¡Los días dorados! Adiós recuerdos... ¡Oh, el pasado... ¡Los días dorados! Adiós recuerdos...

Camino hacia el presente, ¡La Lluvia fluye a través de mi corazón!

Oh, el pasado... ¡Los días dorados! Oh, el pasado... ¡Los días dorados! O los días dorados...

Este mundo terrenal no tiene nada que dure para siempre; cualquier plan grandioso puede ser destruido en un momento. Un corazón sonrosado un día es tan feliz como una canción, pero muere rápidamente cuando se levanta una tormenta borrascosa; los seres humanos se sienten solos y perdidos, deseando escapar de la vida efímera para encontrar un lugar que sea pacífico, despreocupado y tranquilo.

Rememorando un antiguo cuento de hadas Érase una vez, los dioses todavía simpatizaban con los humanos Una edad de inocencia, cuando soñaba con el Cielo por la noche La vida era hermosa y el ensueño alegre.

Añoro los días de mi infancia Libros de la escuela, comida y ropa de mamá y papá. En los momentos de melancolía, un dios aparecía en mi imaginación Para conceder milagros y alterar la situación.

Ahora que he alcanzado la mayoría de edad, la vida parece llena de confusión. Con las manos vacías, mi propio futuro debo decidir. El sueño de antaño ha alzado el vuelo Hacia una tierra lejana, también los dioses han abandonado el lado de los humanos.

Hay momentos en que mi dolor es indescriptible ¡La vida es engañosa y la gente falsa! Anhelo algo de fe que contemplar Para alimentar esperanzas, como cuando era pequeña.

Si tienes un dios de sobra, sobra, por favor préstame uno Para rescatarme de este oscuro reino En este instante; no prometas para una vida venidera, languideceré en un lento deceso, ¡esperando!

El destino humano sigue ahogado por los apegos mundanos y los engaños, lo que nos dificulta desenredarnos de los lazos que nos atan. Compadecidos de nuestra suerte, los Maestros iluminados han descendido a la Tierra una y otra vez, tratando de liberarnos de nuestros grilletes, pero tantas veces han derramado lágrimas de desesperación, pues salvar a los seres humanos nunca es tarea fácil. "Ojalá pudiéramos navegar hacia el mismo destino. Quiero romper estas cadenas... ¡Oh! ¡Mi desesperación!"

¿A dónde, a dónde vas, mi sol de invierno? ¿No, no me echarás de menos quedándote a este lado del mar?

¿Dónde, dónde te has ido, mi tierna luna? Cómo, cómo te extraño De pie en este lado, ¡agua azul!

Ojalá pudiéramos navegar Al mismo destino. Quiero romper estas cadenas... ¡Oh! ¡Mi desesperación!

¿Dónde, dónde estás ahora, mi única? ¿No te sostendrá nadie Cuando despiertes llorando?

¿Cuándo te veré, mi única? ¿No me dirá alguien si alguna vez volverás?

Gracias por ser tan amables.

Ms. Debbie Reynolds: Fue maravilloso. Maestra Suprema Ching Hai. ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! Eso sí que es poner a alguien en un aprieto. Para ser una chica pequeña, ciertamente tiene una hermosa voz. ¡Qué letra tan maravillosa! Creo que esta noche ha sido muy especial. ¿No fue maravillosa y querida de Su parte? Quiero decir... (Sí.) Me habría muerto de miedo. Ella hizo un trabajo hermoso. No puedo creer que Ella hiciera eso. Me dijeron que Le dijera que sería fácil, pero eso da mucho miedo. Estaba muy orgullosa de Ella. ¿No estuvo maravillosa? Canta maravillosamente.