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Cuando estaba en la India en el ashram, nadie me dijo qué hacer. Bueno, nadie hizo nada, así que yo lo hice. Limpié el patio, regué las plantas, limpié la casa, limpié las gradas. Lavé dos, tres fregaderos llenos de platos. Porque todo el mundo perseguía al maestro. O se sentaba como un Buda. ¡Yo trabajé, porque nadie trabajó! Dos grandes fregaderos así – hicieron un gran fregadero para el público – dos como así, llenos. Lleno, se llenó hasta … hasta arriba. Llenos de platos y vajillas. Comieron y luego simplemente los tiraron allí, y luego todos ellos persiguieron al maestro. […]
